Conexiones de datos súper veloces, video de alta definición sin necesidad de cables, información que aparece exactamente cuando y donde la necesita; cambiarán la manera en la que trabajarás y jugarás en los próximos años.
Las tecnologías de la información estarán en todos lados, como la electricidad. Nos costará describir nuestras vidas antes de ellas. Habrá desafíos y problemas, pronostican, pero los gobiernos, las empresas y los ciudadanos aprenderán a ser parte de la solución. “La mayor parte del mundo se beneficiará de la mayor conectividad y experimentará más eficiencia y mejores oportunidades”, aseguran Schmidt y Cohen.
Ambos ven más ventajas que desventajas de la nueva era digital. Dicen que a lo largo de la historia, la llegada de nuevas tecnologías de la información le quitó poder a los intermediarios tradicionales, como los reyes, los obispos y las élites.
El acceso a la información significó nuevas oportunidades para participar, exigir cuentas a los poderosos y modificar el curso de la política. Los gobiernos siempre encontrarán maneras de manipular estos nuevos niveles de conectividad -dicen los autores-, pero la red se las ingeniará para estar un paso delante. Ya que por la manera en que la tecnología está estructurada, favorece a los ciudadanos”.